A golpe de efecto: “¿Nos hacemos un Ibsen? Resulta ser una propuesta muy simpática, con puntos divertidos y mucha naturalidad y buen rollo, con un texto fresco y un tratamiento inteligente…”
Una función teatral puede tener efectos secundarios inesperados, sobre todo si la realidad se nos queda demasiado pequeña cuando regresamos a ella. Y por eso mismo estas tres amigas, que comparten unas copas a la salida del teatro, están a punto de hacer algo que puede que cambie sus vidas…
O –habrá que ser realistas realistas- lo mismo no.